Cuando roony, el perro de la familia, iba viajando en el coche se mosqueaba porque la Luna le perseguía. Cuando llegó a casa fue a beber al estanque y allí estaba la Luna. Saltó a por ella y salió empapado y muerto de frío sin haber podido atraparla. Un poco más tarde miró hacia atrás y vió a la luna que estaba bailando sobre el agua.
(Autor: Daniel)