Un día fui a la tienda con mi padre, entonces estaba mi primo de Suiza. Vino a mi casa a jugar. Jugamos a muchas cosas. Él quería dormir en mi casa, conmigo y así fue. A la mañana siguiente se fue de nuevo a Suiza y me despedí de él. Fue un día chulísimo y muy especial para los dos, pero sobre todo para mi primo.
(Autor: Sergio)